El pasado sábado cogimos nuestras cosas y montamos parada en el centro de nuestra ciudad, Igualada. Los amigos de Igualada Comerç celebraban su ya consolidada «Botiga al Carrer» (de aquí La Lenta en la calle 😁) y esta vez elegían una calle sin demasiadas tiendas, pero posiblemente la mas bonita y característica de nuestra ciudad, el Paseo Verdaguer.
El paseo Verdaguer está formado por el trazado de una vía urbana de 40m. de ancho y más de un kilómetro de largo. La forma actual la obtiene en 1957. El proyecto de aplanamiento del Paseo, realizado en 1834 por el arquitecto Pere Serra y Bosch es la obra capital del proceso de urbanización de Igualada durante el siglo XIX. Era una obra gigantesca en aquel entonces, comprensible únicamente en el contexto de euforia que vivía Igualada en aquellos años, en que se había convertido en una de las poblaciones pioneras de la industrialización de Cataluña. Las obras de aplanamiento fueron realizadas por obreros en paro. En 1846 el ayuntamiento encomienda al arquitecto Sebastián Cabot la realización del plan de urbanización del territorio existente entre el casco antiguo y el Paseo.
Si amigos, nos hemos copiado esta info de la wikipedia, sabíamos que estabais a punto de buscar más información sobre esta recta embaldosada que parte nuestra ciudad y te lo hemos querido ahorrar. A disponer, en La Lenta somos así, siempre pendientes de vosotros.
Con unos sesenta puestos de tenderos, y unas pocas de restauración, el día pintaba muy bien … salía el sol, una ligera brisa nos removía la carpa, cantaban los pájaros y el paseo se llenaba de vida diurna. Hay de todo el Paseo Verdaguer, es parte de su encanto, y el sábado jugábamos en casa. Los primeros atrevidos se pedían cerveza, y nosotros añadíamos un par de tapas de regalo: Hummus y nachos. En La Lenta somos así, regalamos cosas. Ya lo hicimos en la última feria que estuvimos y aquí no íbamos a ser menos.
A la hora de comer, desbandada general … tan solo quedaron algunos vecinos altamente medicados que como pudieron nos dijeron que no podían consumir alcohol.
A última hora de la tarde la cosa se volvió a animar hasta que los tenderos se quedaron sin luz y se fueron.
Un buen sábado en un sitio cojonudo, en La Lenta somos así, nos gusta hacer cosas en Igualada, nos vienen a ver a nuestros amigos y nos reímos y lo pasamos bien.